sábado, 28 de noviembre de 2015

Sra. Nadia

Pasa en la vida que tenemos conexiones con otras personas. Son especie de vinculos extraordinarios que son perdurables y resistentes a traves del tiempo. También pasa que no todos tenemos el privilegio de que desarrollemos estos lazos con las personas que nos rodean. Esas que casi casi son familia. Yo tengo el privilegio de haber compartido estos vinculos con las personas que he conocido en la etapa más bonita de mi vida: el colegio. La mayoria de mis mejores amigas -las que tengo contaditas con los dedos- son producto de un largo compartir a traves de casi 10 ó 12 años azules vicentinos. Y que lindo fue haberlas conocido, justo ahí, cuando ni aún nos conocíamos nosotras mismas.

Podria escribir tanto acerca de mis amigas. Tanto, porque las conozco muy bien. Tanto, porque hemos construido recuerdos bellos a traves del tiempo. Sin embargo, hoy quiero escribir sobre una de ellas, talves porque mañana es un día importante y porque hoy le hice una carta en un papel anaranjado lleno de palabreria cursi que probablemente la haga llorar.

Dicen que solo el 2% de la población mundial tiene los ojos verdes. Entonces, podría empezar por ahí, por esa particularidad. La primera vez que la ví, quedé mirando sus ojos. Me preguntaba si veía todo a su alrededor de color verde. Tenía esa inquietud. Pero como estaba aterrada con el primer día de clases, prefería llorar en el último asiento del primero B. De seguro tanto incomodaba mi berrinche, que ella misma me callaba con "shhhsss" cada cierto tiempo. Ella y su cabeza frondosa, como la de un brocoli bronceado. Ella con su voz de ropavejera y su cara de muñeca de porcelana. En los recreos, yo sacaba mi lonchera de las tortuninjas (super femenina) y salia a caminar por el patio, con miedo de que alguna pelota me caiga encima. Cualquiera pensaria que era una miedosa (eso es poco) mientras tanto la veía correteando de un lado a otro con otra niña de cabellos negros largos, en medio de mi tranquilidad y siendo tan pequeña me estresaba la gente tan hiperactiva. En esa epoca, mi momento feliz era irme del colegio, no me gustaba ir a clases y no por haragana sino por comodona. Prefería mi cuarto lleno de muñecas, prefería el parque de mi cuadra con mis amigos de por ahí cerca y como que no era muy sociable en el colegio.  Hasta que un día, por azahares de la vida, mi madre y la madre de esta niña, resultaron ser amigas de hace muchos años atrás y coincidieron en que sería bueno que pasaramos tiempo juntas. Asu. Recuerdo claramente cuando Nadia llego por primera vez a mi casa. Teníamos 6 años, ella usaba un polo rojo y tenia una pelota de basketball en los brazos. Entro a mi cuarto y lo primero que hizo fue rebotar su maldita pelota en medio de mi universo de las barbies. Lo que sigue despues, es que obviamente, la odié. Jajajajaja. No puedo evitar reir porque no entiendo como pudimos llegar a ser lo que hoy somos. Sin embargo, dicen que en lo opuesto está el gusto. Poco a poco, Nadia y yo, fuimos siendo compañeras. En el colegio compartiamos y fuera de el también. Ella siempre tan abierta a todo y yo tan cerrada a las nuevas experiencias. Ella tan deportiva y yo tan de muñecas. Ella tan efusiva y yo tan timida. Fuimos creciendo y poco a poco yo iba perdiendo toda esa timidez que me caracterizaba, que si bien es cierto me refugiaba en mis libros y cuadernos porque siempre me encantó ser "chancona". Pero mientras iba creciendo, iba descubriendo mi lado extrovertido e iba adquiriendo seguridad en mi misma.
Cuando entramos a secundaria, todo era un loquerío, comenzabamos a formar nuestros "grupos de amistades". Nosé como y en que circunstancias nos juntamos casi 13 personas de diferentes salones en las graderias del patio buscandole pleito a las de la promo contigua. Uff, eramos un manchón. Del A, del B y del C. Ana Paula, Myluska, Stephani, Melissa, Fiorella, Maryte, Johana, Paula, Karina, Nadia, Silvia (antes de que la expulsen), Carolina "la borrega", Luciana, Nadia, Yuriko y yo. Creo que no olvido a nadie. Eramos muchas y la verdad estar juntas en recreo era una terapia de risas. En esos tiempos colegiales de la secundaria, Nadia y yo descubrimos que aparte de ser amigas también eramos familia. Eramos primas. Mi papá y su abuelo eran parientes. Eso hizo más graciosa toda la historia. Recuerdo que en casi toda la secundaria, nos enviabamos cartas, porque nos cambiaron de salón, ella pasó al C; creo que ella no sabe que aún tengo varias de ellas, tambien guardo las de Melissa, las de Pau, los compromisos de los retiros de confirmación, mis tarjetas de felicitacion de cumpleaños, etc. Todos esos recuerditos están en una caja y cuando los leo recuerdo con tanta ternura todas nuestras chiboladas -que tiempos!-. Ahora se me vienen a la mente recuerdos como cuando Nadia le mentó la madre a una amiga llamada Loiz y fue parar a OBE con la srta. Maria Perez jajajaja, cuando derramaron los bidones de agua en su salón y jugaron con barcos de papel ó como cuando imitaba a la monja que nos enseñaba religión ó esa imitacion infaltable de Martirio jajajajaja, Nadia siempre hacía de cada cosa seria un chiste. Siempre es la que nos hace reir a todos. No sé si en otra vida ha sido clown ó actriz pero tiene dotes artisticos. Baila hermoso, sus pies se mueven como si estuviera en el cielo y más aún si es marinera. Como amamos la marinera. De chicas, en verano, soliamos ir juntas al estadio a ver el campeonato nacional trujillano. También competíamos en las gimnasias coreograficas de la kermes del cole. Hasta en los deportes era un 20! Atletismo, basket y los saltos ó volantines eran su fuerte -nunca entendi como la gente puede hacer eso- yo por el contrario era la de concursos de ortografía ó eso de andar metida en hacer cuentos. Otro de los talentos de Nadia, es que sabe hablar tan bien en público que incluso ganó muchos concursos de oratoria. Era la maestra de ceremonias preferida de los profesores. Entonces todos los que la conocemos podriamos decir que no es por su cabello -jajajaja- que siempre destacaba del montón.

Cuando fuimos creciendo, me dí cuenta que ella iba a ser una de las pocas personas con las que hasta hoy cuento. He estado con ella no solo en sus momentos felices sino tambien en los tristes. Como cuando perdió a Papa Horacio y como cuando creí que iba a dejar de ser ella misma porque no creí que podría lidiar con eso. Y ahi fue cuando me dió la primera muestra de lo corajuda y valiente que es. Nunca perdió la sonrisa. Cuando estuvo enferma también, cuando nos asustamos con un pequeño asunto en la prolactina, el que gracias a Dios hoy en día no cobra estragos. Y como no mencionar nuestros momentos de rebeldia peleandonos con nuestras madres ó en los momentos donde nos hemos consolado porque sentiamos el "corazón roto" ó como diriamos nosotras "el momento vaciocs" en los que solo queremos "instantes de felicidadcs" jajaja los que nos conocen saben que así hablamos, que es nuestro idioma identificatorio (eso de ponerle la "cs" a todas las frases ó palabras que decimos) ó también esa voz aguda que en particular hacemos hace ya tantos años, esa misma voz que a prima Claudia ni a nadie les sale, esa voz que mi tia Cecilia -su mamá- dice que ya no deberiamos usar porque "sonos grandes". No sé si Nadia y yo ya caímos en cuenta que de verdad tenemos 25 años, pero es que sino seguimos siendo y haciendo esto que nos hace sentirnos nosotras. ¿Cual sería el proposito de nuestra existencia? Si yo sé que ella es mi bitácora (una época esa era nuestra clave de llamadas: Bitácora 1, 2, 3 y ella me respondía: 4, 5, 6) jajajajaja. Ella es mi señora, mi partner para ir a Dubaics, mi compañera de barras para los partidos de Perú, mi maquilladora y estilista personal, mi desahuevadora profesional, mi loca de mierda, mi modelo de radiocs.
Si hay algo que podria hacer darnos cuenta que somos grandes es que Nadia mañana se va por primera vez a vivir sola a otra ciudad. Para muchos puede que esto sea algo muy normal. Pero sé cuanto esfuerzo le ha costado a mi gringa lograr esto. Sin embargo, como siempre le he dicho, todos tenemos momentos en nuestra vidas. Y este es el momento de ella. Porque se lo merece. Porque siempre ha luchado por sus sueños, porque ningún obstáculo la ha detenido, porque se ha sobrepuesto ante los problemas de la vida, porque ha aprendido a tomar decisiones, porque tiene un futuro brillante pero sobretodo porque tiene un corazón muy pero muy noble.

Nadia, siempre va a ser la chispa de mi vida. Aquella persona que siempre me saca risas, la que me contagia entusiasmo, con la que comparto mi espontaneidad. Mi cómplice, mi vitamina. Si la vida se encargo de juntarnos fue porque Dios quiso que seamos la explosión que somos cuando estamos juntas. No puedo estar más feliz de que las personas que amo sean felices y realicen sus sueños. Me alegra presenciar esto y quisiera seguir haciéndolo por toda una eternidad.

Asi como ella quiere tanto esa combinación de canchita y café. Así la quiero yo y con todo el corazóncs.