Cuando estoy ociosa me gusta hacerme trenzas, me gusta a veces morder mi propio cabello y como muchas otras chicas me da cierto gusto buscarme horquillas en las puntas...
Tanto se puede hacer con el cabello no?
Y pensar que es la parte más fina del ser humano, la parte más pequeña. Y obviamente la que siempre crece. Esta última idea es la que todo el mundo te repite cuando saben que estás próxima a perder tu cabello debido a un efecto de la quimio llamado alopecia.
Siempre he usado el cabello largooooooooooo, aunque siempre quería que sea más y más largo que hasta usé extensiones una época. Por la forma de mi cara siempre pensé que el cabello corto jamás iba a ser lo mío y ¡buock! no quería ni pensar en que tendría que cortarme el cabello para que el hecho de atravesar la pérdida del cabello genere menos shock en mí.
Cuando hablaba con mi psicóloga siempre le decía que no quería cortarme el cabello y ella siempre me decía que era mi elección, que no habría problema en que sí prefería dejarlo caer solo. Me dejaba pensando siempre cuando me decía "es tu elección"... porque tomar decisiones es ¡taaan complicaaado! pero en fin era mi tema pues.
Antes de iniciar la radioterapia y la quimioterapia, fui a visitar a una señora llamada Olga, por recomendación de mi dra. Claudia; la sra. Olga es peluquera -sí, tal cual- peluquera que hace pelucas! Particularmente para mí es una artista. No se imaginan las bellezas que hace e imagino la paciencia que debe tener para coser cabello por cabello, me cayó super buena onda la señora Olga. Eso fue en febrero más ó menos, asi que no me atemorizaba aún nada de los pelos y esas cosas. Pero una vez atravesada la primera quimio, es necesario.... ES NECESARIO. Saber que decisión tomar, si cortarse ó dejar caer el cabello.
Bueno después de muchas atolondradas, me animé. Y más que nada porque yo tenía un ligero dolor en el cuero cabelludo y mi dra. dijo que esa sensibilidad iba a ir en aumento... dicho y hecho. Aprovechando que mi super woman -osea mi mamá- estaba acá, decidimos ir juntas. Llegamos a ver a la señora Olga, mi verduga de cabello, y me senté -con cara de pocos amigos- porque estaba cortándole el cabello a una señora que también queria que le hagan una peluca con su propio cabello. Yo me quería ir corriendo, hablaba con André por wsp de mil cosas para distraerme de los nervios. Y bueno pues, tuve que sentarme y la señora Olga me dijo bueno Ale vamos a empezar... el primer mechón literalmente me dolió, no voy a negar que lloré, me daba mucha pena. Luego ya solo tenía que esperar que mi cabello sea suficiente para la confección de mi peluca. La primera impresión: NO ME GUSTÓ. Me sentía un boy, un niño corte militar. Llegué a casa totalmente emo, no quería ver a nadie y fui directo a la cama, sin comer... aunque en una escapadita fui y me compré un helado jajaja. Eso apaciguó mis ánimos.
Sin embargo, no queria verme al espejo. Lloraba y yo misma me decía: ¿carajo porque lloras?, tenía pena. Como todo cambio asusta, es obvio. El cabello es lo que representa la femenidad de una mujer, es instrumento de seducción, un cabello precioso es irresistible dicen. No es así, no y no y no. No lo es. Alguien me dijo en esos momentos... "tú no eres bonita por tu cabello, tú eres linda por tu sonrisa y por tus buenos sentimiéntos"... yo sabía eso, sabía que el cabello no lo era todo; pero leer eso por un momento me hizo recordar que era cierto. Me levanté de la cama, fui al espejo y la verdad no estaba nada mal. Me regresé a dormir y me levanté de mejor ánimo. Y le dije a mi mamá si podríamos ir a comprar chucherías para tunear mi cabeza de ollita. Y fuimos pues, compré vinchitas y aretitos divertidos, tomamos chocolate y regresamos a casa.
Ya me fui acomodando al nuevo corte poco a poco, aunque me daba frío por la nuca. Igual me veía media rockera. Mis primos me pusieron diez mil apodos en menos de una hora cuando me vieron. Era Gigi, Mourinho, Mariella Balbi, Ruidiaz, etc... a mi chico le gusté aún más, me dijo que yo era su amante :) jajajaja y de hecho le cayó un manazo, pero bueno él estaba contento con mi nuevo corte. Mis tíos también y así poco a poco ya no tenía esa sensación de sentirme extraña. Lo terminé de aceptar por completo.
Después de 5 días la señora Olga debía darme mi peluca hecha obviamente con mi propio cabello, tenía ganas de verla YA!, aparte que el dolor del cuero cabelludo iba en aumento... actualmente hasta tomo pastillas porque sin exagerar es como si me estuvieran jalando todo el día el pelo ó como si tuviera una trenza super apretada de esas que me hacía mi abuelita, y sobretodo porque mi cabello ya está cayéndose (carita tiste y musiquita triste de cajita musical) y bueeeeeeeeeeeeno recibí mi peluca, que bestia! es tan pero tan real jajaja. Mi cabello se ve hermoso en una peluca, me la puse, es como un gorro de natación por dentro. Me hice la rayita al costado y la sra. Olga me hizo un cerquillo para disimular que es lo que es osea una peluquita. Estuve muy satisfecha con el trabajo de la señora y estoy segura que me va a servir un montón para los momentos críticos. Soy otra con la peluca, cuando la dejó en su maniquí me asusta por las noches jajaja, es muy seria la amiga de la peluca.
Con todo esto de la peluca y los pelos caídos, me puse a pensar que en realidad SÍ es la parte más pequeña y tiene la capacidad de regenerarse y crecer. Crecer más bonito. Les apuesto que voy a ser la próxima chica Loreal... OK nunca tanto pero a lo que voy es que carajo todas las mujeres somos bonitas, hasta calvas! Bonitas porque no nos damos por vencidas. Bonitas porque traemos vida al mundo. Así que ninguna cicatriz, ninguna mancha, ninguna desfiguración, ninguna anormalidad hace menos a cualquier ser humano. ¿Aprender a valorar el interior más que el exterior? Lo escuchamos todos los días, lo difícil es hacerlo. Lo difícil es aceptarte tal cual eres. Yo siempre cuido mi imagen personal pero tampoco me obsesiona créanme que ahora me quiero un poco más!
Aún no se me termina de caer el cabello, está super sensible al punto de no poder peinarlo y cuando me ducho tiene que ser super hiper delicado porque me hace llorar. Más adelante se podría caer por pedazos dicen. Por eso es que he decidido raparme el fin de semana, aprovechando que viene mi mami por el día de la madre. Es lo mejor, es lo más sano. La alopecia ó caída de cabello duele físicamente y finalmente es el último escalón de la pirámide del cáncer, es uno de los efectos visuales que más choca, lo demás es ya de bajada. Cuando me miro al espejo con mi cabello corto, no lo puedo creer. Cuando lo veo caer, me asusta y luego pienso en que es lo más normal. Cuando este calva, me asustaré aún más talves pero podré decir que ya subí la pirámide y que el cáncer no es más que eso, un reto. Un R E T O más!
Sigue adelante Mariale, bendiciones.
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