Me he percatado que mis palabras, sentimiéntos y acciones han cambiado. Han crecido, han mejorado. Son diferentes. No pienso como antes. Ahora todo parece tener un poco más de coherencia. Cuido mis palabras, cuido mis acciones. De hecho los impulsos son parte de momentos extremadamente desatados donde probablemente el trencito de las emociones se descarrila y no existe ni un ápice de entereza. A nuestros veintitantos recordamos la época de nuestros impulsos como parte de nuestros diecitantos. Otros tiempos... y ¡que tiempos!.
Todo ha cambiado en el camino, ¿verdad? Muchos se han ido y otros se han quedado. Los recuerdos más bonitos han permanecido y otros se han esfumado. Nuestros padres han envejecido y sienten que poco a poco ya acaban en su labor con nosotros. Algunos somos más independientes pero también más agradecidos. Unos seguimos forjando el camino, otros ya dan pasos agigantados. Ahora tenemos sobrinos y otros cambian pañales. A veces nos desconocemos y añoramos nuestras épocas "mozas", las resacas ya no son las mismas para todos, algunos necesitan varios dias de rehab. Se acaban las semanas más rápido, esperas el viernes como un niño espera la Navidad. Te cansas más rápido porque obviamente las 24 horas diarias nunca alcanzan, vives en un mode on agotado.
Las decepciones de ahora ya no impactan tanto porque ahora conoces un poco más de la vida y probablemente esperas menos de las personas. Los amores son menos intensos pero más sinceros, si es que sabes escoger. Tus amigos son contados con los dedos, tus secretos se consideran mejor guardados en tu almohada que con alguna otra persona y si es que eres inteligente tu familia siempre sigue ocupando el primer lugar en tus prioridades.
Talves tienes en mente hasta formar una familia ó formalizar con quién consideras te complementa. De hecho, en facebook, la mayoría de timelines están full de fotos y descripciones infestadas de amor de padres ó madres a sus hijos, esos mismos que algún día fueron nuestros compañeros de juerga. Y es así que cada vez tienes más invitaciones a matrimonios, showers y hasta cumpleaños de tus sobrinos. ¿Te detuviste en el tiempo? ó ¿todos están corriendo y tú estás en break?
Nada. La vida está pasando.
Los sueños están más cerca, la lista de metas por cumplir se alarga. Los anhelos de comerte al mundo no te dejan dormir. Tu futuro soñado está construyéndose.
¿Y realmente todos los años pasados habrán válido la pena? ¿Hiciste que ese año que recién pasó valga la pena? ¿Haces que todos los días sean realmente inolvidables? ¿Agradeces? ¿Aprendes algo nuevo diariamente?
¿Todo lo escrito parece una catarsis veinteañera, no? Lleno de signos de interrogación y frases mediohechas ó refraseadas. Pero no lo es, no es una catarsis más. No estoy frustrada ni tampoco estoy feeling. Sinceramente es lo que tu también haz pensado y también haz sentido. No lo puedes negar.
Es así, la vida nos pasa, nos sucede. Basta un acontecimiento, un momento, un sentimiento en que esta cobra mayor importancia. En esta etapa ya no puedes usar más esa frase "cuando sea grande...", porqueeeeeeee ¡HEY! ya estamos grandes. Y estamos por ser más grandes aún. Y es que este es el camino a la madurez, donde todos aplicamos las lecciones del pasado, es pasar en limpio un borrador. Donde ya no en nosotros mismos sino en colectivo. Donde resulta un reto cumplir un sueño. Donde la competitividad rige la sociedad. Donde si no decides, otros deciden por ti. Donde el cambio siempre debes hacerlo tú. Donde encontrar el amor es como buscar una aguja en un pajar. Donde "dejar ir" es en ejercicio de buena salud. Donde las enfermedades nos las creamos nosotros mismos. Donde diferenciar una acción desinteresada es tarea de locos. Sí, estamos jodidos. Pero aún quedamos quienes arriesgamos todo por ser mejores personas, y esa es la idea, cierto?
Probablemente estamos en el camino de la madurez -que asumo- forma parte de convertirnos en personas adultas. Con más responsabilidades y menos tiempo. Nunca nadie jamás, dijo que todo fuera fácil. ¡Dímelo a mí! pero las circunstancias difíciles nos hacen mejores de eso no hay duda, nos inyectan valentía para guerrear cualquier cosa en la vida.
Estoy actualmente más cerca de uno de mis sueños, y sé que con el esfuerzo que le estoy poniendo lo lograré y asi iré tachando con checks todo lo de mi lista. Estoy en un buen momento, estoy contenta por mi y por mi familia, siempre superando obstáculos. Ese es el humor de casi todos mis días.
He re-comprendido el amor de una manera diferente, menos apretada casí a mi medida. Nada es perfecto, nunca lo quise así pero mientras estemos felices y nada hiera al resto, nos juega bien. Siempre reparando heridas, extendiendo la mano al resto, agradeciendo por el día y día y admirando los pequeños detalles que nos ofrece la vida. No es una formula mágica pero esto me ayuda siempre a recorrer el camino de mejor forma.
No soy madura, aún me falta, probablemente bastante. Y quién dice que si, miente. Miente con sus amarillos dientes. Pero, bueno, el camino esta abierto... asi que caminemos.