martes, 21 de enero de 2014

Dios y yo hemos hecho las pases.

Siempre me daban miedo dos cosas de mi relación con Dios: Olvidame de él pese a todas sus bendiciones y perder la fe en su misericordia.

Bueno, desde que me sucedió todo esto del cancer, yo decía siempre: ¿PORQUE YO?, siempre que lloraba con quien sea que fuese decía eso, siempre pensaba que nunca habia sido tan mala como para merecerme un "castigo" así, menos mi mamá que era la persona más noble que conocía como para que su corazón se parta de dolor con esto, siempre pensé que estuve cerca de Dios desde pequeña, estudié en un colegio católico toda mi vida, participábamos activamente en la Iglesia, yo era monaguilla, siempre estabamos dispuestos a ayudar a quien sea que fuese, no es que mi familia y yo fuésemos perfectos ó fanáticos de Dios y esas cosas pero siendo honestos siempre hemos estado cerca de Él.

Pero es que Dios no "castiga", Dios no nos envía estas pruebas porque es malo ni nada de eso, yo nosé porque sinceramente pero si sé que jamás nos envía algo que no podamos soportar porque sino creanme que estaría muerta, por el contrario nos envía todas las armas para luchar y en mi caso particular creo que Dios me envia esto con un propósito que algún día conoceré y que cada acontecimiento, cada persona que conozco en este camino, Él los ha colocado sin lugar a duda. Y un pequeño paréntesis... mi psicologa, me dió una contrarespuesta a mi pregunta del "¿PORQUE YO?", ella me dijo: "Ale, ¿PORQUE TÚ NO?. Tienes alguna corona?, alguna etiqueta que te haga diferente al resto?" y suaaaaaaaaaa, tu Mariale al piso, estrellada peor que huevo en el sartén. Asi es queridos amigos, el cancer, el sida, las desgracias, la misma muerte no escatima raza, color, condicion social, sexo, religión, NADA. Ese tipo de hechos simplemente suceden, asi que no busquemos más PORQUES, en nada a nuestras vidas, por favor... Cerrado el paréntesis.

Yo desde un inicio de mi enfermedad estaba renuente con Dios, no quería rezar. Me enfadé con Él, no quería nada que tenga que ver con santos ni nada, no creía en que podía darme una oportunidad, me frustraba porque sentía un cambio enorme en mi vida, todo se había transformado y yo estaba en medio de todo ese cambio sin poder hacer nada. Mi sufrimiento espiritual era enorme, parecía una pesadilla.

Pero solo una cosa podía haberme hecho reaccionar a que Dios aún estaba en mi vida y que no me había abandonado. El amor, sí el amooooooooooooooooooooouuur (voz romántica), no el amor de pareja sino el amor de mi familia. El amor de mi mami en cada uno de sus abrazos y por estar conmigo en cada paso de este camino, el amor de mi hermana por reconstruir nuestra relación, el amor de mis tíos Malú y Alberto que me quieren como hija y cambiaron su vida por atenderme todos los días desde que vivo yendo y viniendo de Lima, el amor de mis primos Beto, Carlos y Graciela que son como mis hermanos siempre haciéndome reir, el amor de mi abuelita Yeni pretendiendo ser siempre fuerte ante la vida, el amor de mi padrino Guillermo dándome la mano siempre después de cada operación, el amor de mis tías Alba, Dalila y Rosana dejando sus vidas por ratos por hacerme la mía más llevadera, el amor de toditos mis primos porque siempre están dándole animos a mi mami, a toda mi familia en general aquí ó en otro lado. Y obviamente el amor y cariño de mis amigas, las mejores y las que están conmigo toda una vida. Mi goyita Ana Paula, Nadia, Claudia, Paula, Johana, Luciana, Karina, Carolina, etc. Mis amigas de lejos, mi Melko a quien extraño con todo mi corazón al igual que a mi Carmín y  Tefo. Mi mejor amigo Luis, mi bolay que siempre cumple mis caprichos. Mi chica favorita, mi mejor amiga universitaria, mi Sofi. Mis amigas de cole, mi promo entera que se movilizó para hacer una misa linda por mi salud, que siempre estaban al pendiente. Mis amigos y conocidos que asistieron a una pollada profondos para ayudarme con algunos gastos económicos e inclusive muchas personas que hasta sin conocerme tenían gestos lindos conmigo, como mensajitos ó llamaditas. Parece mentira pero todo eso forma una fuerza enorme en uno, todo ese amor que recibí fue mi primer impulso para dar los primeros pasos en mi batalla. Siempre diré que todos esos gestos, esos sentimientos lindos para conmigo, hicieron que construya una fortaleza, ladrillo por ladrillo, día a día me sentía fuerte y con ganas de seguir y eso solo se lo podía atribuir a Dios que jamás nos abandona aunque por ratos parezca que sí, El está en cada momento, en cada persona, en cada sonrisa. Yo lo he comprobado.

Mi fe se volvió muy fuerte, mis oraciones también. Mi refugio era ÉL, mi calma y mi tranquilidad también. En cada operación ó en cualquier situación que involucraba miedo ó dolor, yo cantaba una canción en mi mente, una que se llama "Mi pensamiento eres tú", eso me hacía trasladarme a algún momento bonito en el que era completamente feliz y pasaba tranquila mis pruebitas. Sin embargo cuando todo parece que toma forma siempre hay situaciones que suceden porque la vida es asi, no es rígida, no es como uno quiere. Uno sufre decepciones y en el transcurso de esta experiencia no sólo me sentí triste por mi enfermedad sino que también sucedieron ciertas cosas que a uno pueden hacerlo pensar que Dios nos golpea tan fuerte que ya no tenemos fuerzas para seguir, como decía yo: "Encima de piedras, palos" y de verdad sentía eso. Sin embargo, aprendí que es muy cierto eso de que algunas personas llegan a tu vida para enseñarte algo y luego irse. Bueno a mi me enseñó alguien que soy una buena amiga, que jamás falté y que siempre fui honesta y que por esos motivos fui demasiado para estar en su vida durante diez años, haber compartido tanto para luego irse no dejando un vació sino un sinsabor que luego pasó a no ser nada. Gracias a Dios yo no le guardo rencor a nadie, ni a ella ni a él, el drama y el show no son parte de mis días y por el contrario siempre pienso que la vida siempre se encarga de cada uno de nosotros.

Pero como dije la fuerza nunca me faltó, cualquier cosa era segundo plano en mi vida después de mi lucha contra el cancer. Y bueno más fuerte que Thor y a lado de las personas que más me quieren, salí adelante de todo, me desahuevaron asi literal jaja y mi mente se abrió en una, empezé a rehacer mi vida, parecía que la Mariale de antes volvía y yo feliz. Pero cuando el bicho otra vez apareció, me desmoroné, odié mi vida, odié al mundo y fua emo otra vez. Obvio, era entendible pero había algo que yo no entendía: mi fe desapareció. Mi confianza en Dios no la encontraba en ningún lado. Creo que eso era lo que más me dolía, más que saber que debía cambiar mi vida otra vez, dejar mi nuevo trabajo, mi casa y hacerme quimio, radio ó lo que sea que fuera.

Yo lloraba, no por mí. Sino porque recriminaba que si Dios estaba en algún lado, se acordara de mi y que me enviase alguna señal para recuperar mi fe. Y asi las señales aparecieron, de manera brusca talves y con dolor a cuestas, pero apareció al final del camino la luz otra vez. Toda mi angustia valdrá la pena, mi desconfianza y frustración también. Cuando regresé a Trujillo, fui a visitar al padre Edinson, yo lo busqué porque necesitaba que alguien me explicara que pasaba en mi vida. El padre me escuchó por cerca de una hora, le conté tantas cosas y entre lágrimas le decía que me sentía golpeada por Dios, que sentía que no paraba su ensañamiento conmigo, que ya no confiaba en Él y que ya no podía más. Sin embargo, el padre Edinson me dió una nueva perspectiva. Él me dijo: "Alejandra, no crees que Dios realmente quiere que todo eso se vaya de raiz y lo envía asi de pronto para que talves en unos años ya no haya nada que hacer?" y yo de verdad jamás pensé eso. Luego él continuó: "No decaigas justo ahora, donde todo se pone más duro, no pierdas tu fe, sé fuerte, Dios te ama y Él ya te ha demostrado que jamás te dejará sola, confía en Él". Nosé si es porque la persona que me decía era eso un sacerdote, pero yo pensaba que de verdad quien me hablaba era Dios, porque todo eso que me dijo ya me lo había dicho mi madre, mis tías y muchas personas, pero yo ni quería escuchar. Pero con el Padre fue diferente, era como si las palabras estaban acompañadas de alguna luz que te hacía ver el camino. Finalmente el Padre me dijo otra palabra de la cual yo me había olvidado: ESPERANZA, él me dijo que yo aún tenía una y que mientras la esperanza esté en mi corazón yo iba a seguir adelante e iba a ser quien transmitiese esa misma esperanza a otras personas que atraviesen momentos difíciles. Me confesé, oré entre lágrima y yo recordaba la parábola del Hijo Pródigo que siempre recuerdo del colegio. Yo me sentía la hija pródiga que volvía a su  padre, arrepentida por haber perdido la fe. Salí de la casa de los Padres con mi mami y estaba lloviendo maleado. Sentí una paz en mi corazón enorme! Como hace mucho tiempo no la sentía. Ahi entendí que Dios jamás me había dejado, que todos esos momentos terribles me harán una mejor persona y que no me iba a morir ni nada asi, sino que iba a vivir para ayudar a otros que padecen talves lo mismo que yo, ayudarlos a vivir siempre en ESPERANZA.

viernes, 17 de enero de 2014

1000 opiniones.

Desde que conocí a mi doctora, nunca dudé de ella. Ni de su proceder con mi caso ni de su sinceridad conmigo. Siempre, muy aparte del cariño que le tengo, pensé que ella sabría que hacer y que agotaría conmigo todos los recursos habidos y por haber, la confianza tanto mía como de mi mamá está depositada en ella al 100%.

Sin embargo, en este tipo de enfermedades, sobretodo si el tumor tiene poca frecuencia y con poca casuística en nuestro país, es casi seguro que tendríamos dudas ó mejor dicho el miedo nos haría dudar y asimismo las ganas de querer hacer lo mejor nos harían ir en busca de más, más opiniones, más respuestas, más confusiones, más todo. Particularmente yo quería que "los otros" me digan: Ale si funciona la radio y la quimio y por nada del mundo se va a ir nada a tu pulmón... piiiiiiiiiiin (suena el botón de error), ni mi doctora, ni "los otros", ni mi mamá ni nadie en este mundo podía asegurarme eso.

Y así fue, después de mi recurrencia inesperada en menos de 3 meses, pese haber tenido patologías negativas y aparentes signos de que la enfermedad se habia ido. Sin pensarlo y en un ratito ya estaba otra vez metida en un quirófano por quinta vez con tubos en mis venas y con la incertidumbre encima. El 07 de enero pasado me extirparon una vez más al bicho que se quiere apoderar de mi vida (one more time, here i go), aunque esta vez no fue tan doloroso salvo la primera noche, luego ya estaba recia queriendo irme a mi casa a comer rico.

Pero como es no? No solo los pacientes y la familia la pasamos mal, sino también los médicos que te atienden que de verdad esperan curarte y decirte estás bien y por el contrario no esperan ir y sentarse a hablar contigo de algo que -si tienen corazón- también les afecta. Hay muchas fechas desde que empezé todo esto que jamás olvidaré. Como la del 08 de agosto del 2013, que fue donde empezó todo (mi aniversario con el bicho este), el 21 de setiembre del 2013 porque ese día me hicieron la mastectomia y finalmente el 07 de enero del 2014, ese día yo ya estaba casi lista para entrar a sala, me faltaban un par de horas de suero y ya. Pero estaba inquieta porque no había hablado con mi doctora, no le había hecho mi pliego interrogatorio, tampoco la habia torturado con mis dudas y mis mil y un cuestionamientos. Entonces la llamé y le dije: ¿Clau, que me vas a hacer ah? y ella se río y me dijo: Ya bajo mi bebecita linda, me estaba corriendo de ti. Y asi fue ella bajó a mi cuarto 120 y se sento a mi costado y su mirada era diferente, la noté triste. Me asuste cuando sentí su tono de voz. Claudia empezó diciéndome que desde un inicio sabíamos que este tumor era raro y que no funcionaba la quimio, solo la radio en caso de recurrencia. Sin embargo, ella misma aceptó que se confió de mi juventud, de mi buena disposición y pensando en que una mastectomia radical haría que se largue de una vez de mi cuerpo toda esa cochinada que genera la enfermedad. Y siguió haciendo un recuento de todo, y me dijo: "Ale, el tumor que saqué es mil veces más agresivo que el primero. Tengo que atacarlo con todo y no puedo poner en riesgo tu pulmón. De ahora en adelante todo será diferente, mucho más fuerte y tu vida va a cambiar aún más". Yo solo la miraba, y empeze a llorar, le dije que sabía que pasaría que mi cuerpo me lo anunciaba. Y ella me dijo que me tendria que hacer radioterapia y quimioterapia y que debía mudarme urgente a Lima, porque el tiempo era nuestro único aliado. 

Antes me daba miedo la quimioterapia, era para mí lo peor. La catástrofe más catastrófica. Sin embargo aunque aún esté a un mes de hacermela, ya no me da miedo. Asumí que es una etapa más. Que se me caerán todos los pelos pelones de mi cuerpo. Cabello, cejas, pestañas, todo. Que es dolorosa, que es triste. Sí, ya lo sé. Pero que más da? Si lo que uno quiere es vivir. Yo no me quiero morir, ni me voy a morir de cancer. Probablemente me muera de vieja y porque me dió un ataque de risa, pero de esta webada no.

Adopté la mejor actitud desde un inicio. De que tengo miedo, de que lloré toda esa noche y que me sentí deshauciada por un momento, no lo voy a negar. Sin embargo trataba de hacerme el tramo menos "dificil"asi que yo empezé a informarme vía web sobre la quimio, la radio y sobre mi tumor dichoso que no tiene tanta bibliografía... piiiiiiiiiiiiiiiinn 2 (grave error: empaparse de mucha información sin estar antes dispuesta a leer de todo hasta que te vas a morir). Y encontré una entrevista a un doctor al que yo ya habia ido a ver el año pasado cuando recien fui diagnosticada. Y se me dió por querer ir a verlo a él y a otros doctores. Le comenté a mi tía, porque mi mamá estaba en Trujillo y yo quería ir rápido para avanzar con lo que sea que fuese. Y bueno fuimos, -carajo para que fui diría yo-, pero bueno este doctor difirió totalmente con la opinión de mi doctora, porque como para él y para otros cirujanos, este tipo de tumor se trata solo quirurgicamente y que si aparece otra vez se opera pues todas las veces que sean necesarias. Es decir este doctor, me mandó a Trujillo a observar si me crecía otro tumor y que regrese si es que volvia a salir y que ni la quimio ni la radio funcionaban. Salí más atolondrada de ese consultorio. Y sabía que mi tía queria que cambiara de doctor porque para ella mi doctora falló una vez y ya no podiamos darnos ese lujo una vez más en esta etapa de la enfermedad. Este doctor me dijo que visite a otro en el INEM, que el confirmaría lo que el me dice (uy si claro).

Para esto, el INEM de nuestro país es el sitio más triste que he conocido en mi vida, las pocas veces que he ido me ha dolido el corazón de tanta pena, de tanto olvido, de tanta pobreza y de una impotencia de mierda que te dice que si Dios alguna vez estuvo molesto creó esta porquería de enfermedad. Fuimos a verlo y esperamos y esperamos, mi angustia me mataba, tenia miedo y mil sentimientos encontrados. En el interin de la espera, llamé a mi psicologa para comentarle que había ido a buscar otras opiniones y que tenía el cerebro bombardeado. Ahí entendí que no estaba mal lo que hacía, que era entendible buscar más opciones por mi mejora y que mi doctora no se enojaría ó pensaría que desconfiaría de su trabajo conmigo, pero que sí debía tener la mente abierta a recibir otras opiniones para tomar una decisión informada. Me tranquilizé y respiré y dije: ya carajo Ale, tú eres faite' u can.

A mi nunca me ha gustado como me trataban los doctores del INEM, No es que yo sea una caprichosa ni nada por el estilo, sino que no siento que tengan un trato humano con sus pacientes, en sí este último doctor fue directo conmigo y desacredito la labor de mi doctora y argumentó que en mi caso el error fue que primó la estética en lugar de la salud. Y me dijo que todo era muy dificil en mi caso y que una vez llegado al pulmón no había nada que hacer conmigo. Yo sentía que mientras el doctor hablaba mi cara se derretía como vela, mis nervios automáticamente colapsaron, le grité peor que hija a mi tía, le dije que me deje sola, de pronto ví todo negro y fluumm a la pared desvanecida, cuando abrí los ojos, vi a Liz (una fisioterapista que me hacía terapia del dolor cuando recien estaba operada el año pasado), ella me dio un algodon con alcohol, trato de que entré en si y comenzó a tranquilizarme mientras tanto yo solo quería una cama para dormir. 

Tenía presión de mi tía que quería que deje a mi doctora, tenía carga emocional arrastrada por todo lo que escuchaba y/o leía y lo peor de todo era que mi mamá no estaba conmigo y eso me hacía sentir peor, no aguanté más, era normal. Ese día dormí hasta que me cansé creo. Luego más serena hablé con mi mamá porque ella no la estaba pasando bien aquí tampoco y yo solo quería fugarme de ahi y estar con ella. Así que contra todo pronóstico me llegó todo, hablé con mi doctora, le pregunté mil cosas y no me convencía de nada, obvio ella me dijo que yo era libre de hacer lo que quería, de irme con el doctor que cubra mis expectativas y que ella no se enfadaría, discutimos otras cosas y bueno pues... le dije ya sabes que Claudia me quiero ir a Trujillo. Y ella, toda linda, me dijo: "Andate, mi amor, vete. Toma sol, viaja a donde quieras pero por favor sé consciente, yo confio en ti. Abraza a tu mamá y vienes cuando estés lista osea en 10 dias". Un abrazo fuerte y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba sentada en el aeropuerto esperando con ansiaaaaaaaaaaaaas llegar.

Obtuve lo que quería: informacion. Más el plus de la colapsada de nervios gratis, el estres, la lloradera, etc. Pero supongo que por algo fue. Bajé de ese avión directo a los brazos de mi mamá, jamás me habia hecho tanta falta. La abrazé un rataaaazo, le dije que hablaramos despues de todo lo que sucedió allá y que solo estemos en casa con mi abuela y la familia. Y eso hicimos, mi abue me preparó un sandwich delicioso y un jugo de maracuyá como para irme volando al cielo. Luego más tarde, hablamos de todo lo sucedido, discutimos que quería yo y que haríamos, evaluamos todas las posiciones y luego Claudia nos llamó para coordinar que haríamos finalmente. 

Mi tranquilidad volvió a mi cuerpo. Valió la pena todo si es que ya estaba con mi mamá. No quiero ni deseo confundir más mi mente, así que no veré a ningún otro doctor. Soy consciente de la magnitud de mi enfermedad, de mi futuro incierto y de que las probablidades son muchas y que nadie me va a decir lo que quiero escuchar. Pero finalmente no se trata de eso, se trata de que lo afrontamos, que  le demos guerra y si caemos en la batalla pues levantarnos y después no arrepentirnos de no haber hecho todo lo que estuvo en nuestras manos. En cualquier situacion de nuestras vidas, siempre tenemos que estar dispuestos a escuchar, a aprender a recibir con buena vibra las palabras de otros, muchas veces todos nos quieren ayudar y no existe mala intención de por medio, todo lo contrario; pero la decisión siempre es de uno. El instinto, el corazón y la razón me hacen confiar una vez más en la vida y en que puede haber una tormenta enorme en mi vida, pero como dice mi tía Malu, al siguiente día siempre abres los ojos y ves el sol. Por ahora mi sol está aquí en mi Trujillo, en mi casa y con los míos. En unos días más, el sol brillará por donde sea que yo esté.



domingo, 12 de enero de 2014

Y el resto de la historia...

 
Ya pasaron 5 meses desde que me enteré que tenía cáncer. Y mil cosas han pasado; entre buenas, malas y peores.
 
Pasé por 4 operaciones, y todo eso involucraba resonancias, tomografías, sustancias de michi llamadas contrastes, miles de examenes llámese agujas, sangre y los post operatorios con dolores insoportables, mal humor, estrés, webadas y más. Episodios que felizmente se disipan cada vez más en mi mente.
 
Es jodidamente doloroso todo lo que uno atraviesa y eso que aún mi camino no acaba, mi bicho me dio una tregua bien caleta. Se "fugo" un tiempo, como todos los doctores a los que fui dijeron que mi tratamiento era netamente quirúrgico, me abrieron (literal) las veces necesarias. La segunda vez para una cuadrantectomia que solo arrojó que mi bicho era inquieto y tragón. Y entonces llegó uno de los momentos más feos... mi doctora, a la cual adoro, tuvo la horrible labor de decirme que debía quitarme una bubbie. Sí, me tenía que hacer una mastectomía y colocarme una prótesis para que trate de sobrevivir a tal trauma, porque era la único que podía detener a ese bicho pesado. Yo la miré tan triste y tan decepcionada, no de ella sino de la vida. Y ella como siempre tan recia y directa, me dijo: "Alecita carajo no tienes opciones, es tu teta ó tu vida" (jajaja). Yo, toda amargada, le dije: "porque me haces esto, tú me dijiste que no me pasaría nada".
 
Salí desplomada, no sabía como tomar la noticia, llorar ya era parte de los días pero luego que seguiría. Y la incognita en mi cabeza, yo imaginaba mirarme al espejo sin una bubbie, me imaginaba un mounstruo femenino, la versión sexy de allien, mil cosas.
Me había olvidado que sí efectivamente la ciencia avanza y ahora te ponen protesis de silicona, obvio me pondrían una. Pero vamos, ¿quien quiere que la mutilen?, ¿quien quiere que te saquen una bubbie y te pongan algo ajeno a tu cuerpo? (mientras escribo esto bajo la mirada y veo a mi bubbie siliconeada y pienso en cuanto la odie por días y días porque me causaba un dolor insoportable). Sin embargo, mi dra. tenía razón no tenía otra opción, asi que sin querer queriendo no sé ni como me inserté la idea en el cerebro, chapé avión y fui a mi ciudad por unos días para regresar "recargada" para seguir con la cirugía y todo lo que ella implicaba.
 
Regresar, fue tormentoso en mil aspectos. Familiares, personales, amicales, etc. Un viacrucis!
Del que no hablaré aquí porque este espacio es para hablar de mi lucha contra el cáncer y no de lo que en cierto modo pasa a un segundo plano.
 
Pero... me repuse, mi psicóloga me ayudó un montón. Y como soy fuerte como el roble y recia como mi amigo André cuando está borracho. Regresé, con mamá siempre como mi angel guardian. Y me operaron, me quitaron mi bubbie y me dolió como mierda el post operatorio. No podía respirar, la morfina me aniquilaba con los vomitos, odiaba al mundo, enmudeci por 15 días y para colmo odiaba a mi cirujano plástico (en sentido figurado) porque él fue él único que hizo que me levante de la camilla a la que yo juraba y perjuraba que estaba pegada jajaja eso si es ridículo pero era tanto el dolor que mi espalda se contracturo y no podía moverme. Y él y sus maneras bien dulceeeeeees de hablarme, me pararon en una. Lloré y lo p*tee mentalmente muchas veces pero desde ahí mejore. 07 días internada, casi un mes sin poder dormir por las noches y necesitando ayuda de todos los bomberos de Lima para levantarme de la cama, pude con ese episodio. Recupere el habla un sábado cuando mi madre me llevo a caminar a la mala. Y desde ahí me recompuse de a pocos, a medida que el dolor bajaba, yo salía del cascarón.
 
Me ilusionaba que debía regresar a graduarme el 30 de noviembre. Jamás me olvidaré de ese día. Fue mi primer momento feliz en meses, tenía tanta ilusión y sí fue lindo y rápido felizmente (jeje). Luego fuimos a un restaurante en un lugar campestre de Trujillo, estaban todas las personas que más me importaban menos mis hermanitos que están lejos pero fue muy divertido carajo. Baile buenazo, también comimos rico. Me reí como loca y también lloré en el brindis con las palabras de mi padrino, de mi mami y de mi amiga la hormiga.
 
Diciembre, fue un mes horrible. Al inicio no, porque conseguí trabajo en el lugar donde siempre había querido trabajar y porque empecé a ir al gym con mi amiga la miss turismo y era genial, super diver y parecía que todo empezaba a ser como antes. Claro que yo debía hacerme controles y esas cosas pero normal, yo feliz con reincorporarme a mi vida de a pocos. Sin embargo no me duró mucho, como dije mi bicho solo me dio tregua porque me volvió a atacar en ese mes. Me arruinó la Navidad con la incertidumbre de saber si era ó no el condenado y me recontra arruinó el año nuevo con los resultados positivos. En resumidas cuentas, mi bicho no se llenó con comerse mi bubbie sino que ahora nació un primo de él en lo poco que dejaron de tejido y amenaza con irse por todo mi cuerpo si es que alguien no hace algo para que se calme de una vez por todas.
 
Y bueno me la pase llorando en las vísperas del 2014, pensando en que me iba a morir pronto, que no sabía que me esperaba, que mi familia me daba pena, que mi mamá ya no iba a poder más, que tendré que dejar de trabajar, mil cosaaaaaaaaaaaaaaaaaaas.
Pero... me paré, detuve el llanto. Me tuneé y mande al carajo el cáncer por un rato. Me puse sandalias amarillas a falta de calzón y me fui a casa de mi abuela con mi hermana y el resto de mi familia. Pasamos un bonito momento pero la idea y el tormento no se van de la noche a la mañana...
 
 
 

Mi día cero - 08.08.13

Cuando me pongo a pensar que podría decir de este día se me ocurren mil cosas, hablar de ese día ahora es obviamente más fácil, recordarlo es repetir la misma cinta en definitivo la perspectiva es diferente.
 
Un día antes de que mi mamá tenga la misión de explicarme lo que sucedía en esos días de misterio... Yo era una chica normal, ya había acabado la U, tenía un trabajo estable, vivía ansiosa por alcanzar mis metas, no había mayor drama, yo vivía feliz.
 
Ese día, el 08, me levanté un poco tarde y acelerada, tenía que vestirme e ir a trabajar. Recuerdo que camine media dormida a lavarme la cara y mientras tanto pensaba que me iba a poner, tenía que estrenar unos zapatos que recién me había comprado. Y de pronto escuché la voz de mi mamá que dijo: "Ale, ven" y yo caminé a su cuarto, me senté frente a ella sin imaginar nada. Mi mamá me miró de una manera extraña y de pronto soltó la bomba... de eso no recuerdo mucho, el shock emocional fue devastador. Solo sé que todo se nubló  alrededor mío, mi hermana me abrazaba, mi mamá lloraba y me pedía que reaccione, mi pequeño Nacho (mi schnauzer precioso) brincaba encima mío todo nervioso porque intuía lo que sucedía. En ese preciso instante el cáncer cobro su primera factura, se robó algo mío, se robó mi ilusión por vivir.
 
Como si fuese una película donde yo solo era la expectadora. Ahora todo lo veo pasar como fotografías en mi mente... Ana Paula a lado mío tomándome la mano y diciéndome que todo saldría bien, Nadia abrazandome fuerte y diciéndome que no debía llorar. Mi tía Alba decía que haríamos de todo para salir de esto, mi tía Rosana lloriqueaba, los teléfonos sonaban, el timbre no paraba y yo seguía ahí mirando el inicio de mi película. 
 
Un par de horas más tarde, estaba frente a un primer médico que me daba alcanzes de lo que sería mi vida desde entonces. Escuchaba términos médicos que me bombardeaban el cerebro, cogía los caramelos de cortesía y no imaginaba nada, solo quería salir huyendo de ahí. Pero no, de pronto ya estaba subida en un avión con toda la claustrofobia encima y cogida de la mano de mi mamá.
Lo primero al bajar del avión, fue el abrazo de mi primo Carlos, tan fuerte que me sentí protegida. Mi familia, mis aliados siempre desde entonces, me esperaban para empezar conmigo este camino que parecía incierto y que poco a poco fue tomando forma.

Yo fui diagnosticada con un tumor maligno llamado Phyllodes. De aparación rara, 1 cada diez mil mujeres puede tener uno, no existen estadísticas exactas que a mujeres menores de 30 años pueda atacarlas, se instalo en mi mama derecha. Es un cáncer extraño, recurrente y se alimenta de lo que encuentra a su paso así como un pacman. Y bueno esa es la descripción de mi bicho.

No es mala suerte, no es genético, no es que no me cuidé del cáncer. No es nada de eso. Es que simplemente me tocó a mí y esta pausa en mi vida me ha provocado lágrimas, tristeza, enojo, resentimiento, ira y hasta locura por ratos pero también me dio fe en Dios y confianza en mi familia, me dio la oportunidad de saber que es la vida y que es luchar contra un enemigo que no conoces. Mantenerte en pie pese a que te caíste muy fuerte. Sonreir y entender, asimilar y sobrellevar.

De eso se trata mi nuevo mundo, bienvenido a mi ONCOWORLD :).