Desde que conocí a mi doctora, nunca dudé de ella. Ni de su proceder con mi caso ni de su sinceridad conmigo. Siempre, muy aparte del cariño que le tengo, pensé que ella sabría que hacer y que agotaría conmigo todos los recursos habidos y por haber, la confianza tanto mía como de mi mamá está depositada en ella al 100%.
Sin embargo, en este tipo de enfermedades, sobretodo si el tumor tiene poca frecuencia y con poca casuística en nuestro país, es casi seguro que tendríamos dudas ó mejor dicho el miedo nos haría dudar y asimismo las ganas de querer hacer lo mejor nos harían ir en busca de más, más opiniones, más respuestas, más confusiones, más todo. Particularmente yo quería que "los otros" me digan: Ale si funciona la radio y la quimio y por nada del mundo se va a ir nada a tu pulmón... piiiiiiiiiiin (suena el botón de error), ni mi doctora, ni "los otros", ni mi mamá ni nadie en este mundo podía asegurarme eso.
Y así fue, después de mi recurrencia inesperada en menos de 3 meses, pese haber tenido patologías negativas y aparentes signos de que la enfermedad se habia ido. Sin pensarlo y en un ratito ya estaba otra vez metida en un quirófano por quinta vez con tubos en mis venas y con la incertidumbre encima. El 07 de enero pasado me extirparon una vez más al bicho que se quiere apoderar de mi vida (one more time, here i go), aunque esta vez no fue tan doloroso salvo la primera noche, luego ya estaba recia queriendo irme a mi casa a comer rico.
Pero como es no? No solo los pacientes y la familia la pasamos mal, sino también los médicos que te atienden que de verdad esperan curarte y decirte estás bien y por el contrario no esperan ir y sentarse a hablar contigo de algo que -si tienen corazón- también les afecta. Hay muchas fechas desde que empezé todo esto que jamás olvidaré. Como la del 08 de agosto del 2013, que fue donde empezó todo (mi aniversario con el bicho este), el 21 de setiembre del 2013 porque ese día me hicieron la mastectomia y finalmente el 07 de enero del 2014, ese día yo ya estaba casi lista para entrar a sala, me faltaban un par de horas de suero y ya. Pero estaba inquieta porque no había hablado con mi doctora, no le había hecho mi pliego interrogatorio, tampoco la habia torturado con mis dudas y mis mil y un cuestionamientos. Entonces la llamé y le dije: ¿Clau, que me vas a hacer ah? y ella se río y me dijo: Ya bajo mi bebecita linda, me estaba corriendo de ti. Y asi fue ella bajó a mi cuarto 120 y se sento a mi costado y su mirada era diferente, la noté triste. Me asuste cuando sentí su tono de voz. Claudia empezó diciéndome que desde un inicio sabíamos que este tumor era raro y que no funcionaba la quimio, solo la radio en caso de recurrencia. Sin embargo, ella misma aceptó que se confió de mi juventud, de mi buena disposición y pensando en que una mastectomia radical haría que se largue de una vez de mi cuerpo toda esa cochinada que genera la enfermedad. Y siguió haciendo un recuento de todo, y me dijo: "Ale, el tumor que saqué es mil veces más agresivo que el primero. Tengo que atacarlo con todo y no puedo poner en riesgo tu pulmón. De ahora en adelante todo será diferente, mucho más fuerte y tu vida va a cambiar aún más". Yo solo la miraba, y empeze a llorar, le dije que sabía que pasaría que mi cuerpo me lo anunciaba. Y ella me dijo que me tendria que hacer radioterapia y quimioterapia y que debía mudarme urgente a Lima, porque el tiempo era nuestro único aliado.
Antes me daba miedo la quimioterapia, era para mí lo peor. La catástrofe más catastrófica. Sin embargo aunque aún esté a un mes de hacermela, ya no me da miedo. Asumí que es una etapa más. Que se me caerán todos los pelos pelones de mi cuerpo. Cabello, cejas, pestañas, todo. Que es dolorosa, que es triste. Sí, ya lo sé. Pero que más da? Si lo que uno quiere es vivir. Yo no me quiero morir, ni me voy a morir de cancer. Probablemente me muera de vieja y porque me dió un ataque de risa, pero de esta webada no.
Adopté la mejor actitud desde un inicio. De que tengo miedo, de que lloré toda esa noche y que me sentí deshauciada por un momento, no lo voy a negar. Sin embargo trataba de hacerme el tramo menos "dificil"asi que yo empezé a informarme vía web sobre la quimio, la radio y sobre mi tumor dichoso que no tiene tanta bibliografía... piiiiiiiiiiiiiiiinn 2 (grave error: empaparse de mucha información sin estar antes dispuesta a leer de todo hasta que te vas a morir). Y encontré una entrevista a un doctor al que yo ya habia ido a ver el año pasado cuando recien fui diagnosticada. Y se me dió por querer ir a verlo a él y a otros doctores. Le comenté a mi tía, porque mi mamá estaba en Trujillo y yo quería ir rápido para avanzar con lo que sea que fuese. Y bueno fuimos, -carajo para que fui diría yo-, pero bueno este doctor difirió totalmente con la opinión de mi doctora, porque como para él y para otros cirujanos, este tipo de tumor se trata solo quirurgicamente y que si aparece otra vez se opera pues todas las veces que sean necesarias. Es decir este doctor, me mandó a Trujillo a observar si me crecía otro tumor y que regrese si es que volvia a salir y que ni la quimio ni la radio funcionaban. Salí más atolondrada de ese consultorio. Y sabía que mi tía queria que cambiara de doctor porque para ella mi doctora falló una vez y ya no podiamos darnos ese lujo una vez más en esta etapa de la enfermedad. Este doctor me dijo que visite a otro en el INEM, que el confirmaría lo que el me dice (uy si claro).
Para esto, el INEM de nuestro país es el sitio más triste que he conocido en mi vida, las pocas veces que he ido me ha dolido el corazón de tanta pena, de tanto olvido, de tanta pobreza y de una impotencia de mierda que te dice que si Dios alguna vez estuvo molesto creó esta porquería de enfermedad. Fuimos a verlo y esperamos y esperamos, mi angustia me mataba, tenia miedo y mil sentimientos encontrados. En el interin de la espera, llamé a mi psicologa para comentarle que había ido a buscar otras opiniones y que tenía el cerebro bombardeado. Ahí entendí que no estaba mal lo que hacía, que era entendible buscar más opciones por mi mejora y que mi doctora no se enojaría ó pensaría que desconfiaría de su trabajo conmigo, pero que sí debía tener la mente abierta a recibir otras opiniones para tomar una decisión informada. Me tranquilizé y respiré y dije: ya carajo Ale, tú eres faite' u can.
A mi nunca me ha gustado como me trataban los doctores del INEM, No es que yo sea una caprichosa ni nada por el estilo, sino que no siento que tengan un trato humano con sus pacientes, en sí este último doctor fue directo conmigo y desacredito la labor de mi doctora y argumentó que en mi caso el error fue que primó la estética en lugar de la salud. Y me dijo que todo era muy dificil en mi caso y que una vez llegado al pulmón no había nada que hacer conmigo. Yo sentía que mientras el doctor hablaba mi cara se derretía como vela, mis nervios automáticamente colapsaron, le grité peor que hija a mi tía, le dije que me deje sola, de pronto ví todo negro y fluumm a la pared desvanecida, cuando abrí los ojos, vi a Liz (una fisioterapista que me hacía terapia del dolor cuando recien estaba operada el año pasado), ella me dio un algodon con alcohol, trato de que entré en si y comenzó a tranquilizarme mientras tanto yo solo quería una cama para dormir.
Tenía presión de mi tía que quería que deje a mi doctora, tenía carga emocional arrastrada por todo lo que escuchaba y/o leía y lo peor de todo era que mi mamá no estaba conmigo y eso me hacía sentir peor, no aguanté más, era normal. Ese día dormí hasta que me cansé creo. Luego más serena hablé con mi mamá porque ella no la estaba pasando bien aquí tampoco y yo solo quería fugarme de ahi y estar con ella. Así que contra todo pronóstico me llegó todo, hablé con mi doctora, le pregunté mil cosas y no me convencía de nada, obvio ella me dijo que yo era libre de hacer lo que quería, de irme con el doctor que cubra mis expectativas y que ella no se enfadaría, discutimos otras cosas y bueno pues... le dije ya sabes que Claudia me quiero ir a Trujillo. Y ella, toda linda, me dijo: "Andate, mi amor, vete. Toma sol, viaja a donde quieras pero por favor sé consciente, yo confio en ti. Abraza a tu mamá y vienes cuando estés lista osea en 10 dias". Un abrazo fuerte y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba sentada en el aeropuerto esperando con ansiaaaaaaaaaaaaas llegar.
Obtuve lo que quería: informacion. Más el plus de la colapsada de nervios gratis, el estres, la lloradera, etc. Pero supongo que por algo fue. Bajé de ese avión directo a los brazos de mi mamá, jamás me habia hecho tanta falta. La abrazé un rataaaazo, le dije que hablaramos despues de todo lo que sucedió allá y que solo estemos en casa con mi abuela y la familia. Y eso hicimos, mi abue me preparó un sandwich delicioso y un jugo de maracuyá como para irme volando al cielo. Luego más tarde, hablamos de todo lo sucedido, discutimos que quería yo y que haríamos, evaluamos todas las posiciones y luego Claudia nos llamó para coordinar que haríamos finalmente.
Mi tranquilidad volvió a mi cuerpo. Valió la pena todo si es que ya estaba con mi mamá. No quiero ni deseo confundir más mi mente, así que no veré a ningún otro doctor. Soy consciente de la magnitud de mi enfermedad, de mi futuro incierto y de que las probablidades son muchas y que nadie me va a decir lo que quiero escuchar. Pero finalmente no se trata de eso, se trata de que lo afrontamos, que le demos guerra y si caemos en la batalla pues levantarnos y después no arrepentirnos de no haber hecho todo lo que estuvo en nuestras manos. En cualquier situacion de nuestras vidas, siempre tenemos que estar dispuestos a escuchar, a aprender a recibir con buena vibra las palabras de otros, muchas veces todos nos quieren ayudar y no existe mala intención de por medio, todo lo contrario; pero la decisión siempre es de uno. El instinto, el corazón y la razón me hacen confiar una vez más en la vida y en que puede haber una tormenta enorme en mi vida, pero como dice mi tía Malu, al siguiente día siempre abres los ojos y ves el sol. Por ahora mi sol está aquí en mi Trujillo, en mi casa y con los míos. En unos días más, el sol brillará por donde sea que yo esté.
Te admiro mucho eres un gran ejemplo de fortaleza y me inspiras a no rendirme con los obstaculos de la vida. Bendiciones.
ResponderBorrarDe verdad es muy inspirador, ver a personas como usted a quienes les ha tocado ser protagonistas de una experiencia nada agradable (como esta enfermedad) y, pese a ello, contra todo pronóstico se vuelven "verdaderos héroes, una heroína en tu caso". *
ResponderBorrarUna persona como tú, es diga de admirar; tan sensible por su calidad humana reflejada en el modo con el que escribes, y valiente para que como dices tú misma, no deseas que este mal momento defina tu vida entera. ¡Mi respetos señorita! ... Que papá Dios siga brindándote fortaleza y te siga cubriendo con tu santo manto, confía, él existe, te ama; y, muy pronto estarás súpersana verás... *
Conozco a tu bella Antonella, tu prima-mi compañera, una de las personas más buenas que Dios ha puesto en mi camino, una de mis mejores amigas.*
¡No te rindas, sonríe! ... *
PD: Recién veo tu blog, está muy bonito, seguiré leyéndote... :)