sábado, 31 de octubre de 2015

¿Humanos?

Literalmente, hoy me rompieron el corazón. Y no necesariamente un hombre al que haya amado, no. Sino un par de perfectos desconocidos, a vista y paciencia de un montón de personas y sin que nadie haga nada. Hasta hace unas horas trataba de saturar a mi cerebro, intentando comprender cuanta maldad e insensibilidad puede haber en el ser humano. Y llegué a la conclusión de que mi corazón y mi mente no pueden asimilar tales situaciones, asi que desistí y tomé una siesta para olvidar todo lo que a continuación narraré.

El lunes pasado tuve mi última pre - quimio, y me chocó un poco, estos días he estado bastante cansada y con náuseas, sin mucho apetito y con un malestar poco usual. Y es porque ya estoy en la recta final de mis tratamientos de este año y la hemoglobina no me está ayudando y obviamente el cuerpo se cansa. Pese a que he intentado estar bien, más podía mi camita. Sin embargo, en la semana, me levanté para ir a estudiar (SÍ, estoy estudiando un diplomado demasiado genial en Esan y eso me tiene muy feliz). Y bueno entonces, ayer tenía ganas de hacer hoy una ensalada de fideos, asi que le propuse a mi mami que cocinaría y que le compraría unos encargos en un centro comercial, pero no contaba con que realmente amanecería con mucho más malestar de lo normal y me enojé -conmigo misma- me malhumoreé y quería dormir pero como ya me había comprometido con mi mamá, tenía que ir. Entonces, Ana Paula me llamó y me dijo que quería venir y de paso me acompañaba a hacer las compritas. Y asi fue, nos encontramos acá en casa y salimos. Le comenté a mi goyi, lo del malestar de estos últimos días y que no quería demorarme mucho en hacer los recados porque realmente quería descansar. Bueno, llegamos al Real Plaza y fuimos a Plaza Vea y llenamos el carrito con lo que necesitábamos y fuimos a las cajas y nos ubicamos en una, que no sabíamos era preferencial, fue entonces que un señor nos pregunto si estábamos embarazadas, le respondimos que no y pasamos a la otra caja para evitar problemas, sin embargo yo estaba indispuesta entonces sí quise usar la caja preferencial para abreviar el pago y obviamente porque sabía que estaba en mi derecho. El señor del que hablo, se volvió a cambiar de caja porque en la que estaba no avanzaba y de pronto la mía avanzó más rápido y al percatarse de eso, empezó a VOCIFERAR Y GRITAR, de caja a caja, que eramos unas mentirosas, que estábamos seduciendo al cajero, que nos aprovechábamos, etc. Yo, realmente me quedé estupefacta y solo atiné, dentro de mi malestar, a apurarme en pagar porque no quería problemas, sin embargo este señor continúo con sus gritos y faltas de respeto hacía mí y hacía Ana Paula, pese a que bajó la supervisora -quien no hizo absolutamente nada- habiéndose explicado mi situación de paciente oncológica y que debido al uso de una faja por la metástasis en la columna, no puedo estar mucho tiempo parada. A lo que el hombre, contestó que debía presentar mi certificado médico. La verdad, me puse a llorar mientras apuraba al joven de caja y mientras intentaba recordar la clave de mi tarjeta porque los nervios me ganaron, me llené de vergüenza porque me sentía impotente de que alguien no pueda comprender una situación así, más aún, teniendo  en cuenta que este señor estaba con su hijo quien padecía de síndrome de down y que dicho sea de paso, lo acompañaba en ese momento. Ana Paula, desconcertada y furibunda, perdió la cordura y tranquilidad que le caracteriza y tuvo que gritarle al hombre para que se calle de una buena vez por todas, ya que nadie ponía orden, nadie fue capaz de llamar al personal de seguridad para que este señor deje de faltarme el respeto como lo estaba haciendo. 
Terminé de pagar y cuando por fin, quería irme de una vez por todas y olvidar el mal momento, otro hombre que estaba detrás mío en caja, fue quien dió la estocada final a todo el "drama" del momento, este "ser humano" -si es que se le puede llamar así- mientras el cajero me pedía disculpas, me dijo: "Y NOSOTROS QUE CULPA TENEMOS QUE TENGAS CÁNCER"
(...) escribirlo, recordarlo y repetirlo, me duele como no tienen idea. No porque me sienta realmente aludida, porque en respuesta a eso: Sí es verdad, nadie tiene la culpa -ni siquiera yo- de tener cáncer sin embargo no puedo creer, no puedo asimilar, no entro en razón como alguien puede ser tan hijo de puta, tan insensible, tan mierda, tan basura, tan ruin, tan cruel, tan bajo, tan irrespetuoso... en decirle a alguien que si bien no aparenta su enfermedad -como yo- lleva por dentro una cruz que muy pocos se atreverían a sostener. Lo único que atiné a responder en el momento, fue: "Ojala señor, nunca le toque atravesar ni a usted ni a su familia por una enfermedad tan complicada"... y me quebré, me partí en dos, sentí que mi corazón se exprimió y cuando estaba caminando casi por salir de Plaza Vea, en un par de minutos de cordura, recordé que me llamo Alejandra, que soy abogada y que detesto las putas injusticias y que realmente gente así es la que hace a este mundo una porquería, así que regresé y pedí el libro de reclamaciones. En un inicio, me quisieron evadir, llamando a la administradora, a lo que simplemente contesté que no necesitaba hablar con alguien sino que quería y exigía, como derecho de consumidora, el bendito libro. Empecé a redactar el reclamo, fundamentando y pensando como pensarían muchas personas, que en diferentes condiciones se podrían ver afectadas por este tipo de situaciones en que se sientan desprotegidas y sin tal ves las herramientas necesarias para hacer valer sus derechos, ya que dentro de un establecimiento comercial y en cualquier sitio, en condición de paciente oncológica, mujer y sobretodo PERSONA - SER HUMANO, nadie nos debe faltar el respeto. Las disculpas de la administradora en ese momento no me servían, nada en realidad, porque me sentía tan dañada, tan tocada que solo quería irme a casa y borrar ese mal rato. 
Gracias a Dios, porque Él es el único que sabe porque hace las cosas, estuve en ese momento con mi mejor amiga, quien me defendió con tanta garra y sobretodo con toda la clase que la caracteriza, porque normalmente, como dirian los que me conocen, yo soy una chica de caracter pero lastimosamente hoy no estaba en mi 100% y sobretodo estaba bajoneada físicamente, y de seguro de  no haber estado asi me hubiera defendido yo misma y quién sabe como hubiera acabado la cosa. Me dió rabia llorar por las injusticias que comete la gente ignorante al herir a las personas -sin que necesariamente estén enfermas ó no- aún me deja atónita ver con que facilidad la gente lastima con sus palabras, como entre seres humanos podemos faltarnos el respeto y sobretodo ver cuanta soberbia puede existir al pensar que una enfermedad como el cancer no podría tocarnos directa ó indirectamente. 
¿Que habrá llevado a este hombre a decirme eso? -me preguntaba-, incluso le decia a Ana Paula, que jamás me valgo de mi condición para obtener nada, porque para mi; en sí, no es una condición propiamente dicha, para mí, es mi vida y vivo con esto, con la mayor cordura posible porque he aceptado y abrazado esta enfermedad como mía hace ya mucho tiempo. El hecho que use una peluca de cabellos largos, que no esté taaaan demacrada, que sonría, que camine con mis piernas, que no use una pañoleta siempre y que intente verme bien, no significa que no sea una paciente oncológica; está bien puedo no aparentarlo pero SI lo digo, cuando realmente es necesario -como por ejemplo en el aeropuerto, cuando solicito asistencia médica- no necesito quitarme la peluca ó presentar un certificado médico porque pienso que nadie jamás podría inventarse algo así, menos yo. Basta y sobraría mi palabra. Sin embargo, no todos somos seres pensantes y empáticos, no somos capaces de ponernos en los zapatos de las personas que sufren, sea por la causa que sea. Por eso, sin sonar trillada, es que el mundo está como está, porque cada día se pierde un poco más de sensibilidad humana, porque cada día que pasa usamos menos el corazón y porque cada día más la amargura es la  que deja relucir mediante nuestras palabras ó actos lo poco que nos podemos respetar.

Hoy, antes de irme a dormir, rezaré por aquellos que hoy me lastimaron. Por aquellos que no sienten, por aquellos que no saben ni se imaginan lo que es el cancer y sobretodo rezaré para agradecerle a Dios por ponerme estas pruebas y por sobretodo rodearme de personas que me aman y que con su amor me ayudan a sobreponerme ante cualquier traba. Como la de hoy, porque hoy me quebré, porque hoy sentí que casí no pude y de no ser por mi familia y mis amigos, que me llamaron, que me abrazaron y que me dejaron llorar un poco, me volví a sentir amada, feliz y sobretodo con mi consciencia tranquila.

2 comentarios:

  1. Discri querida , que triste lo que pasaste, pero no te me bajonees, lastimosamente en esta vida hay personas asi pero por suerte tu cuentas con mucha gente que te quiere (incluida yo) y siempre estamos contigo . Te quiero mucho y adelante!

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  2. Dicri querda, que triste lo que pasaste , pero no te me bajonees. Lastimosamente hay personas asi , inmunes a todo pero por suerte tu cuentas con muchas personas que te queremos y apoyamos siempre! Te quiero mucho

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